Me encuentro bajo una
noche oscura, de esas noches que tantas veces he visto pasar, pero que aún así
nunca logran aburrirme. Amo las noches como esta. Una suave brisa corre a mi
alrededor, acariciándome, mientras observo las distantes luces de la ciudad. Es
una noche tranquila. Me encantan estos momentos, en que estoy solo en compañía
de mi misma, dedicándome a reflexionar, pensar, recordar… Oh, si, recordar…
Siempre ha sido una de mis actividades favoritas. Es emocionante detenerme, y
saber cuánto he cambiado, cuánto he crecido. Todo lo que he soñado, lo que he
vivido, lo bueno y lo malo que he pasado, han formado a la persona que soy. He
tenido una vida larga, y con muchas dificultades, que afortunadamente he sabido
superar. No ha sido fácil, pero es parte de la vida. Y lo que me importa es, de
alguna forma, vivir. Y a lo largo de los años he aprendido que para vivir
realmente, hay que disfrutar al máximo cada gota de vida, tanto dulce como
amarga...
No hay comentarios:
Publicar un comentario